Con el nacimiento de las nuevas tecnologías, se nos presenta un problema, ¿Cómo enfocamos correctamente, a los niños, el aprendizaje de la tecnología?
Tenemos diferentes enfoques, que se pueden utilizar:
Enfoque I: Mundo Laboral
Sería un aprendizaje que prepara a los jóvenes para el mundo laboral. Cómo evolucionan y cómo funcionan las herramientas que usamos en el trabajo, hay una evolución de las herramientas a corto plazo. Esto qué quiere decir que tenemos que estar constantemente actualizándonos, ya que la tecnología va avanzando. Lo que hoy es última generación, mañana se ha quedado obsoleto.
Enfoque II: Resolución de problemas
Resolución de los problemas que presenta la sociedad, mediante la tecnología. La tecnología nos ayuda y facilita la forma de solucionar los problemas y necesidades que presentamos. Primero planteamos y analizamos estos problemas, generamos modelos simples de resolución, ponemos en evidencia la interrelación entre cada solución con los materiales y medios tecnológicos utilizables y con el medio sociocultural y analizamos otras alternativas
Enfoque III: Aprendizaje de conceptos
Obtenemos unos conceptos básicos, sobre los objetos que forman parte del entorno cotidiano. Aprendemos a usar la tecnología, a por qué surgió, cómo se hizo, debido a qué necesidades, el impacto ambiental…
Enfoque IV: Ciencia aplicada
Este enfoque sería la aplicación práctica de los conocimientos.
Vstos estos enfoques, nos paramos a pensar, en cuál sería el adecuado. Para eso tenemos que responder a unas preguntas: ¿Qué es lo que queremos enseñar?,¿Cómo lo queremos enseñar?,¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Cuál es el objetivo en el sistema educativo?
¿Cuál es nuestro objetivo?
El objetivo más generalizado de todos los sistemas educativos, es el desarrollo de todas las capacidades de una persona [GILBERT,J.K., en su artículo sobre la educación tecnológica]
Los humanos poseen seis inteligencias diferenciadas. La inteligencia lingüística, la inteligencia musical, la inteligencia lógico-matemática, la inteligencia espacial, la inteligencia corporal-cinestésica, y por último la inteligencia personal.
¿Qué queremos enseñar?
Como se cita en el catálogo de especialidades de educación tecnológica, de la unidad de educación tecnológica, reflexionar sobre las finalidades de la educación tecnológica es la primera condición para promover una educación tecnológica consciente y responsable de la orientación de su función educativa.
Así pues los objetivos que deberíamos satisfacer en la Educación Tecnológica de educación Secundaria, serían los siguientes:
- Desarrollar valores, actitudes, hábitos, habilidades y destrezas en la utilización de herramientas, materiales y equipo, aplicando conocimientos científicos y tecnológicos.
- Desarrollar en el alumno la capacidad para encontrar soluciones prácticas a problemas reales; a partir del desarrollo de su creatividad, con el uso de los recursos disponibles y la comprensión de las principales características de la tecnología.
- Destacar la importancia de la tecnología en el desarrollo humano, mediante la aplicación de conocimientos para la producción de satisfactores individuales y sociales.
- Conceptualizar a la tecnología como un campo del conocimiento humano que está evolucionando por el servicio que otorga al hombre y a la sociedad.
- Estimular en el alumno actitudes positivas hacia el trabajo socialmente útil, que le permitan valorar las diferentes actividades productivas que se realizan en su comunidad.
- Vincular a la ciencia y a la tecnología a través de la observación, investigación y experimentación que se dan en el desarrollo de actividades prácticas.
- Desarrollar en el alumno una conciencia ecológica que se oriente al aprovechamiento racional de los recursos naturales y los avances científicos y tecnológicos a través del desarrollo de las actividades prácticas.
- Comprender las causas principales de la coexistencia en la actualidad, de prácticas y aprovechamientos con diferentes desarrollos tecnológicos.
¿Cómo lo queremos enseñar?
Se trataría de poner a los alumnos en contacto con las diversas técnicas presentes en su entorno, propiciando un acercamiento práctico a las mismas. Por tanto, lo que pueda y deba ser enseñado en cada contexto dependerá de las características de este. Más que anticipar el conocimiento de los diseños tecnológicos, se trataría de facilitar el manejo de las técnicas como usuarios de las mismas. La realidad exige de los ciudadanos cierta pericia en el uso de diversas destrezas técnicas. Así el uso del ordenador, los diversos problemas técnicos que surgen en la gestión de los espacios domésticos y comunitarios o el contacto con las artesanías relevantes en cada contexto, podrían ser ejemplos de esa educación tecnológica en la se prima la práctica y la adquisición de destrezas contextualizadas sobre análisis teórico y el diseño de prototipos descontextualizados.
Como conclusión, no hay un solo enfoque acertado, sino un conjunto de ellos, uno no puede convivir sin otro. Es como si en matemáticas, tuviéramos que elegir, entre enseñar cálculo, o enseñar resolución de problemas. Para realizar el uno, necesitas el otro… Si combinamos los diferentes enfoques, obtenemos el adecuado.