¿Te has preguntado alguna vez qué es tener frío? ¿Por qué los días en los que hace aire parece que hace más frío que otros?
Pues bien, todo se basa en entender qué es la temperatura y a qué se debe que algo nos parezca más caliente o más frío.
La temperatura no es otra cosa que la forma que tenemos de medir la agitación de las partículas que conforman un cuerpo. Ahora bien, cuando decimos que algo está frío…¿su temperatura es baja? Y si decimos que algo está más caliente al tacto… ¿su temperatura es alta?
¡No necesariamente!
Hay que tener en cuenta que cuando tocamos algo no estamos sintiendo la temperatura del objeto en nuestra mano, lo que sentimos es la temperatura de la mano.
Entonces…si tenemos dos objetos a la misma temperatura¿puede parecernos que esté uno más frío que el otro?
Sí! Haz la prueba con las cosas que tienes alrededor, en tu mesa…probablemente estén a temperaturas muy similares (a temperatura ambiente).
¿No te parece que el lápiz de madera está más caliente que el bolígrafo de metal? ¿Tu cuaderno parece estar más caliente que las llaves?
Esto es porque los metales son mejores conductores de la temperatura que el papel o la madera (que son aislantes). Por eso cuando los tocas extraen más rápidamente el calor de tu mano, y por eso parecen estar más fríos (porque está saliendo más deprisa el calor de tu mano)
Así que puedes intuir que la temperatura no es necesariamente lo mismo que lo frío o caliente que notamos algo. El frío, el calor, también tienen que ver con cómo se transfiere el calor.
Y poco a poco vamos llegando a responder la primera pregunta, por qué cuando hace aire parece que hace más frío. Habrás oido alguna vez eso de sensación térmica, ¿verdad? Dos días cualquiera, hay 5 ºC pero cuando sopla el aire parece que la temperatura es menor. Entre otras cosas, es porque el aire puede ser frío… pero básicamente es porque el aire retira mejor el calor de nuestro cuerpo. Y como lo que sentimos es nuestro cuerpo, la temperatura nos parece más baja. ¿Tiene sentido no? Nosotros producimos calor, siempre, estando parados o en movimiento. Este calor generado nos envuelve y hace una capa protectora. Sin embargo la velocidad del viento hace que esa capa de protección se transfiera al entorno y sentimos más frío.
Para terminar, os lanzamos esta pregunta: Estás en la calle, la temperatura es baja … qué es mejor, ¿estar quieto o echarse a correr?
La respuesta, genial como siempre, via One Minute Physics